Cerramos el mes de julio con una depreciación del -1,26% en las cuentas gestionadas que siguen el modelo de inversión «All Seasons Momentum», teniendo la cuenta de referencia U58****** un saldo de 71.690 €, o un -28,31% desde el inicio en abril de 2021. Recuerdo a mis clientes, para evitar confusión con las cifras de este informe, que su rentabilidad real depende del momento de entrada en la estrategia así como por el diferente impacto que las comisiones de intermediación pueden tener según el tamaño de las cuentas. Los meses de agosto suelen ser meses de menor liquidez en los mercados y muchas veces, a causa de ello, de mayor volatilidad. Y este año no ha sido diferente. Por momentos el S&P 500 ha llegado a declinar más de un -5%, pero finalmente ha cerrado el mes con una caída del -1,77%. El Oro también declinaba un -4% pero cerró el mes con un escaso -1,28%. E incluso los bonos, que asustaron con relativamente fuertes caídas, al final declinaron un -0,73% (ETF "IEF"). Desde mi punto de vista, dos han sido los eventos relevantes del mes. Primero, que con un mero retroceso menor del S&P 500, enseguida he comenzado a ver a gente hablar de que podíamos estar en otro evento como 1987. Esto es relevante porque muestra cual es el sentimiento subyacente. Si con un retroceso menor se dicen cosas como estas, es que probablemente sigue existiendo un enorme escepticismo sobre la bolsa, lo cual suele ser favorecedor para la tendencia alcista. Y, en segundo lugar y más importante, la pasada semana salió un mal dato de ofertas de empleo, una métrica que sigue muy de cerca la FED y el mercado para tratar de entender si la política monetaria restrictiva de la FED consigue enfriar el mercado laboral y, en consecuencia, rebajar la inflación y las expectativas inflacionarias. De hecho, se esperaba una lectura de 9,5 millones de ofertas laborales disponibles y el dato sorprendió a la baja con una lectura de 8,827 millones, en lo que es el dato más bajo desde marzo de 2021. Y justo el mismo día se publicó el dato de confianza del consumidor elaborado por la Conference Board, también mostrando una fuerte sorpresa a la baja declinando hasta los 106,1 puntos en agosto, desde los 114 puntos del mes anterior. Esta encuesta de sentimiento es relevante por ser sensible -por cómo se elabora- a los cambios en el mercado laboral estadounidense. De hecho, una de las partes de la encuesta más seguidas es el diferencial entre los consumidores que dicen que es fácil encontrar empleo con respecto a los que dicen que es difícil. Como podemos ver en el siguiente gráfico, la evolución de esta métrica mantiene una fortísima correlación con la tasa de desempleo en los Estados Unidos. Tal es así que si a mediados de agosto los mercados estaban declinando porque se habían publicado datos macroeconómicos positivos para la economía (sic), la suma de estos dos malos datos sobre el mercado laboral (las ofertas de empleo y los consumidores menos optimistas sobre el mercado de empleo), hicieron que los mercados revertieran su curso y avanzaran posiciones en los últimos compases del mes. Como se puede ver, por lo menos en lo que respecta al mes de agosto, el mercado está cotizando negativamente las buenas noticias en la economía real y cotizando positivamente las malas noticias. No se extrañe ni piense que los mercados están locos, es algo que pasa muchas veces porque recordemos que los mercados no cotizan el presente, sino las expectativas futuras. De hecho, lo que está ocurriendo, o por lo menos lo que ha ocurrido en agosto, es lo que expliqué ya en diciembre de 2022, cuando expliqué que la clave de la tendencia sería el mercado laboral estadounidense. Y es que, al fin y al cabo, el mercado de bonos y la "profundidad del mercado de valores" están aproximadamente en los mismos niveles en los que estaban hace un año y para salir de esa situación tiene que producirse una cambio macro relevante y no hay mayor cambio que el que el empleo comience a deteriorarse. Y recordemos que si bien una divergencia entre índices como el S&P 500 y la profundidad de mercado no son necesariamente un presagio bajista, para considerar que el actual mercado alcista tiene recorrido más allá de los 3 trimestres que lleva, se necesita que la amplitud de mercado acompañe al alza más pronto que tarde. En este entorno el sector que más restó en nuestra estrategia fue el de materiales (XLB) que declinó un -3.30%, pero lo más llamativo es que nada rentó positivamente en el mes. Todos los sectores de renta variable que teníamos en cartera declinaron, así como el Oro. Y afrontamos septiembre con pocos cambios. De hecho, lo único que ocurre es que el sector de la energía (XLE) vuelve a entrar en cartera, haciendo que la exposición a renta variable pase del 50% al 60%. Y con ello la posición en Oro se mantiene en el 20% y el efectivo pasa a ser del 20%. Como se ve, la estrategia no señala ninguna posicionamiento agresivo en renta variable, por la razón ya comentada: la profundidad de mercado aún sigue en un amplio y largo lateral. En líneas generales, a pesar de que la estrategia sigue invirtiendo sólo en poco más de la mitad de sectores de renta variable en los que puede entrar, desde mi punto de vista la expectativa a un año sigue siendo positiva, ya que mientras un mercado esté rompiendo máximos de 52 semanas (o cerca de ello), siempre hay que pensar que esa tendencia puede prolongarse durante más tiempo. Al fin y al cabo, nadie puede saber donde termina un mercado alcista.
Mi idea es que estamos en un mercado alcista y que, por tanto, la tesis alcista es la más razonable en estos momentos. Pero sólo el tiempo es el que puede determinar las cosas.
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Hugo Ferrer Gestor en GPM Profesor Experto Bolsa Universidad de Alicante y del Máster en Economía Bancaria de la Universidad de Sevilla. Autor libro "El Inversor Global: inversión y especulación siguiendo las fuerzas económicas que dirigen el mercado de acciones". Archivo
Septiembre 2023
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