Cerramos el mes de noviembre con una depreciación del -3,39% en las cuentas gestionadas que siguen el modelo de inversión «All Seasons Momentum», teniendo la cuenta de referencia U58****** un saldo de 70.627 €, o un -29,38% desde el inicio en abril de 2021. Recuerdo a mis clientes, para evitar confusión con las cifras de este informe, que su rentabilidad real depende del momento de entrada en la estrategia. Diciembre ha sido un mes duro en los mercados, con índices como el S&P 500 declinando un -5,90% o el Nasdaq 100 declinando un -9,06 %. A pesar de que mantuvimos una exposición del 80% a renta variable en diciembre, no declinamos tanto como los índices ya que la diversificación por sectores permitió sufrir una pérdida más reducida. No obstante, nuestras reglas es invertir en lo que presenta momentum positivo y desinvertir de aquello que ha perdido momentum, por eso comenzamos el mes de enero con una exposición más cauta en bolsa, con un 50%, pero también entramos con una nueva posición en Oro, con un peso total en cartera del 20%. Tras el parón (liquidez total) desde el 1 de septiembre hasta el 30 de octubre pasados por la falta absoluta de momentum en los mercados, parece que los mercados están mostrando nuevas esperanzas de que el momentum vuelva. El mes pasado de diciembre no ha sido un signo positivo, pero mi opinión es la misma de entonces: hay altas probabilidades de que esté naciendo un nuevo mercado alcista en la renta variable. De hecho, parece que en muchos países ya es así. En los momentos en los que escribo este informe, tenemos índices europeos y asiáticos mostrando importantes subidas en “V”, un patrón que típicamente se da al comienzo de los mercados alcistas. En el caso de la renta variable estadounidense y donde invertimos, hay una gran dispersión, teniendo índices como el Dow Jones Industriales mostrando fortaleza, mientras que otros como el Nasdaq están sufriendo mucho y lo único que han logrado es aparentemente formar un suelo sin subir significativamente. El S&P 500 se encontraría a mitad de camino de ambos. Esta situación me recuerda un poco a 2016 pero a la inversa. En aquella ocasión la bolsa americana subió con fuerza pero la europea se quedó rezagada, en un lateral de varios meses antes de que finalmente repuntara con algo de alegría. A veces suben más unos índices y a veces otros, pero finalmente todos convergen de una manera u otra a lo largo de los trimestres. En el caso actual se debe a que en un entorno de mayores tipos de interés, las empresas industriales y financieras lo hacen mejor que las tecnológicas, las cuáles sufren más porque a mayores tipos se le descuentan menores valoraciones. Es decir, no hay nada raro en lo que está ocurriendo, nada no conocido y nada tenga que ver con que unas economías se encuentren en mejor o peor situación. Simplemente en Europa hay más empresas industriales y financieras y en Estados Unidos hay más tecnológicas. Por lo demás, nuestro esquema sigue siendo el mismo: en los ciclos inflacionarios como el actual, las bolsas tienden a recuperarse una vez que la inflación interanual comienza a desacelerarse. En diciembre la inflación volvió a descender en EEUU hasta el 6,42% interanual, desde el 7,11% del mes previo. Por ello, teniendo en cuenta que en los ciclos inflacionarios una mejora de la inflación es un fuerte factor alcista, mi opinión es alcista en estos momentos. En informes pasados he hablado de cómo se han activado algunas señales de “amplitud de mercado” que confirman que las probabilidades son al alza desde aquí. Curiosamente, ayer mismo (12 de enero) se dio otra señal de amplitud en el mercado americano de un indicador que pocas veces se activa. Se trata del llamado “breakaway momentum” desarrollado por Walter Deemer y qué básicamente se centra en la media de 10 sesiones del ratio de avances Vs. retrocesos en la bolsa estadounidense. La siguiente tabla refleja todas las señales producidas desde la II Guerra Mundial. Y el siguiente gráfico muestra todas las señales habidas desde entonces a excepción de la actual: Y, finalmente, en esta tabla, vemos la rentabilidades por periodos desde cada una de esas señales. A doce meses, en todos los casos menos en uno, la lectura fue positiva con una rentabilidad media del 19,8%. ¿Ocurrirá de nuevo en esta ocasión? Eso no se puede saber, pero sí tengo claro que tanto las probabilidades macro como las técnicas apuntan al alza. Por otro lado, en enero hemos tomado una nueva posición en el Oro. Desde mi punto de vista las probabilidades también son alcistas en el metal dorado ya que, en las últimas décadas, desde que se aproxima la fecha en la que la Reserva Federal va a dejar de subir tipos, el Oro empieza a subir. Luego, cuando por fin se dejan de subir tipos y, ya no digamos, bajarlos, el Oro tiende a seguir subiendo. La líneas verticales rosa, reflejan los momentos en los que los tipos de interés de la FED comenzaron a descender. ¿Por qué ocurre esto? Por una razón muy sencilla. El Oro no es un activo que responda a la “inflación de la calle”, sino que responde a los tipos de interés reales (tipos de interés a largo plazo menos expectativas de inflación a largo plazo). Cuando la FED ha subido los tipos, los tipos de interés reales se encuentran bastante restrictivos y que esa FED vaya a dejar de subir tipos, alimenta las expectativas de que esos tipos reales serán más bajos y por tanto el Oro empieza a subir poniendo precio a esa potencial realidad. Este momento, enero de 2023 y volviendo a la renta variable, es el típìco momento en el que me digo a mi mismo: “Hugo, el futuro nadie lo conoce y todo puede ocurrir de forma diferente, pero si las mismas señales que hay en la actualidad se repitieran 100 veces, 100 veces que sería alcista”. Y eso es lo que pienso. Ahora, el momentum nos irá mostrando el camino. Este documento ha sido elaborado por Hugo Ferrer. con fines meramente informativos, no pudiendo considerarse bajo ninguna circunstancia como una oferta o recomendación de inversión. La información ha sido recopilada por Hugo Ferrer de fuentes consideradas como fiables. No obstante, aunque se han tomado las medidas razonables para asegurarse de que la información sea correcta, GPM no garantiza que sea exacta, completa o actualizada. En el caso de que hubiese opiniones, éstas han sido emitidas con carácter general, sin tener en cuenta los objetivos específicos de inversión, la situación financiera o las necesidades particulares de cada persona. En ningún caso Hugo Ferrer, ni GPM SV, empresa de servicios de inversión a la que represento como agente vinculado, sus administradores, empleados y personal autorizado serán responsables de cualquier tipo de perjuicio que pueda proceder, directa o indirectamente, del uso de la información contenida en este documento. La información de este informe no puede ser distribuida y copiada sin autorización del autor.
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Hugo Ferrer Gestor en GPM Profesor Experto Bolsa Universidad de Alicante y del Máster en Economía Bancaria de la Universidad de Sevilla. Autor libro "El Inversor Global: inversión y especulación siguiendo las fuerzas económicas que dirigen el mercado de acciones". Archivo
Septiembre 2023
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